Con más de setenta años de tradición culinaria, La Granja Azul es la pionera del pollo a la brasa, plato popular que conquistó a los peruanos. Una combinación perfecta de aderezos y marinados sobre la más humilde de las aves, cocinada lentamente a las brasas y acompañada de nuestras infaltables papas. ¿Quién se imaginaría que en la aparente simplicidad se escondía la esencia de lo que hoy es toda una religión nacional?
Se lo debemos a Roger y Rosita Schuler, quienes con ingenio y algo de suerte, allá por los años cincuenta en el distrito de Ate convirtieron su granja pintada de azul en el lugar de nacimiento de la mejor combinación de ingredientes. Una tradición que se mantiene hasta ahora en sus sedes de Santa Clara y San Isidro, donde Rafael Picasso -actual propietario- sigue haciendo historia.