Era 1877 cuando los Queirolo llegaron de Génova, Italia y se instalaron en el antiguo distrito de Magdalena Vieja, hoy Pueblo Libre. La historia la cuenta Santiago Queirolo, heredero de una tradición y gerente general del emblemático lugar.
El negocio, que empezó en 1880 como una pulpería bajo el mando de don Santiago Queirolo Raggio, el abuelo de los Queirolo, se convirtió con el paso del tiempo en la querida y célebre Antigua Taberna Queirolo, un clásico que se erige en una casona con aires europeos. Además de la clásica barra, el local exhibe uno de los primeros teléfonos que tuvo el Perú, un fonógrafo y una antigua caja registradora, junto con las decenas de fotos que cuentan el trajinar de la taberna.
“Hoy viene todo tipo de público, gente mayor y jóvenes. Es mixto. El bar Queirolo es posiblemente el más antiguo de Lima”, comenta Santiago. “Es un lugar donde siempre ha habido conversación, tertulia”.
La carta es un clásico con sus sánguches de jamón, el cau cau, el escabeche, la papa rellena y, por supuesto, el pisco y los emblemáticos chilcanos. Hoy más de 70 personas forman parte de la planilla del Queirolo, entre mozos y cocineros que comparten con orgullo ser parte de esta gran familia.