El 4 de diciembre de 2021 falleció la gran banquetera peruana Marisa Guiulfo. A los 81 años nos dejó la mujer que fue pilar de la gastronomía local y ejemplo de generaciones de cocineros.
Solía recordar sus inicios con orgullo. De pequeña, Marisa Guiulfo cocinaba en casa para ayudar a su madre, quien tenía muy buena sazón y se convirtió en su primera gran maestra. Desde esos tiempos, no dejó la cuchara de palo. Así probaba lo que luego sería un exquisito plato.
“En el corazón siempre he tenido una sola bandera, el Perú”, dijo Marisa Guiulfo, en 2019, al recibir el Premio Summum por su brillante trayectoria. Esa noche rememoró sus días en San Francisco –hace 50 años– cuando preparó un ají de gallina y sus amigos gringos se sorprendieron al verlo “poco sexy”. Ella entendió que el camino estaba por imponer belleza en la mesa. Y así fue. Todo sería distinción y hermosura en sus platos. Imprimió elegancia a todo lo que hizo y lo hizo con pasión, como ella era: una apasionada neta: “Los platos, además de ser ricos, hay que presentarlos con gusto, hay que tomar en cuenta los colores. Yo ‘pinto’ los platos, porque todo entra por los ojos”, le dijo al diario Perú21 en una entrevista donde sin adornos afirmó que para ser exitosa trabajó como una mula.
Empezó con “comiditas para diez personas, con santos infantiles, cargando todo en mi VW escarabajo”, contó. Se hizo a puro esfuerzo y dedicación. Incansable, osada y amabilísima. Así era Marisa, madre de cuatro hijos, todos hombres, tres vinculados a la gastronomía.
Con casi cinco décadas de carrera culinaria destacó por incluir nuestros platos en los grandes banquetes y celebraciones. Engreír a sus comensales era su razón de ser y allí estaba ella, reluciente, compartiendo lo que sabía sin mezquindades.
“Si algo bueno pasa en la gastronomía es porque todos trabajamos sin egoísmo, porque nos sentimos una gran familia”, solía decir la creadora de La Bonbonniere, con esa humildad que la hacía tan cercana. Y ahora que partió nos queda su inmenso legado en su historia de vida, sus recetas y los sueños que hizo realidad.