Lo que nació como un proyecto familiar entre primos queridos se consagró rápidamente como una de las mejores pollerías de Lima. Marilú, Arturo, Luis y Rafael Madueño quisieron preservar y compartir imborrables sabores de infancia. Piel crocante, dorada y seductora, ante la que caen rendidos los comensales de buen diente y mejor paladar.
Lo que toca el chef Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura se convierte en arte, incluso si la propuesta es tan cotidiana y conocida como el pollo a la brasa. De la mano de César Choy, su socio y apasionado cómplice, la pollería pasó del delivery a la mesa, donde el tradicional sabor peruano recibió un toque oriental con ánimos de reinventar un plato que conocemos bien, pero que puede seguir sorprendiendo si se acompaña de arroz chaufa, incluyendo todas sus salsas y ajíes de autor.