Como su nombre lo dice, es célebre aquí el arroz con pato, uno de los platos emblemáticos de la región Lambayeque, aunque también destacan el pato arverjado, el tallarín con pato o el seco de pato con tacutacu. El lugar se convirtió en referente de la gastronomía local desde que Lizandro Castillo abrió sus puertas hace más de veinte años y hoy es parada obligada para los amantes de la cocina criolla chiclayana.
Con el lema de “somos mochicas y seguimos vivos”, este restaurante de Lambayeque mantiene viva la tradición sin dejar de experimentar en nuevas tendencias. Si bien están enfocados en la comida tradicional del norte, se dan licencias para ofrecer platos de otras partes del país en porciones generosas y exquisitas acompañadas de un buen pisco.