Esa sofisticación natural y la soltura con la que es capaz de reunir en un plato sabores, especias e ingredientes del mundo entero, hacen de la cocina de Rafael Osterling algo único. Un chef con estilo propio cuya propuesta ha experimentado una deliciosa evolución: desde sus inicios marcadamente mediterráneos, pasando por un blend con cocinas de exóticas latitudes y, en los últimos años, el reencuentro con el Perú manteniendo la singularidad. En el restaurante que lleva su nombre, Osterling imprime esa personalidad cool en cada detalle: la decoración, el setting, la música y, por supuesto, la divertida barra que es parte de la experiencia.