La papa es uno de los cultivos de mayor importancia en el Perú, pero no está libre de enfermedades. Tras doce años de investigación, la papa roja ayacuchana surge para mostrar su resistencia genética a la rancha, alta productividad y buena calidad culinaria.
La rancha es una de las enfermedades más graves para la papa a nivel mundial. Puede acabar con cultivos completos, por lo que el ingeniero agrónomo Máximo Morote pensó en este problema que golpea a los productores cuando empezó a investigar el tema desde el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) de la Estación Experimental Agraria Canaan, Ayacucho.
“Me motivó la necesidad de resolver un problema álgido para el campo”, explica Morote, responsable de la nueva variedad de papa INIA 316 – Roja Ayacuchana, resultado de doce largos, pacientes y tenaces años de investigación.
Se siente orgulloso, pero conserva la humildad que tuvo cuando de estudiante universitario ingresó a trabajar como vigilante en el Ministerio de Agricultura. La papa roja ayacuchana se evaluó en diferentes zonas de la región Ayacucho, desde los 2100 metros de altitud hasta los 3900, cuyo potencial no solo radica en su fortaleza frente a la rancha y otros virus, sino que tiene también un alto rendimiento, lo que la hace muy productiva, señala el ingeniero de 65 años nacido en Ayacucho. A ello se suma la tolerancia a las heladas y sequías, la pulpa amarilla (puede consumirse frita muy bien) y la capacidad de conservación (hasta cuatro meses, mientras que otras duran dos).
Resultado de la investigación y del aporte de agricultores cooperantes y del Centro Internacional de la Papa (CIP), esta variedad se adapta a las condiciones agroecológicas de la sierra sur, centro y norte del Perú, por lo que recientemente se ha enviado semillas al norte y a Arequipa.
Y si bien se viene consumiendo desde 2010, no son muchos los que conocen sus bondades, advierte Máximo, que no deja de investigar, mientras mantiene viva su pasión por el charango, la guitarra y el acordeón. Su gran sueño: aliviar los problemas que golpean a los campesinos.