Cocinar es el lugar donde se encuentra consigo misma y desde allí logra hacer felices a muchas personas. Esa es la mejor recompensa de una cocinera. Así lo dice Martha Palacios, chef de Panchita hasta fines de 2021, quien hoy lidera para Acurio Restaurantes un nuevo concepto en Miami.
Martha Palacios es una mujer que transforma los sueños en metas y cuando llega a la meta dice: “esto no termina aquí, ¿qué hay más allá?”. Con esta curiosidad, perseverancia y, sobre todo, buen humor, Martha ha hecho de la cocina criolla una fiesta.
La chef de Panchita (desde 2008 hasta fines de 2021) asegura que la cocina es el lugar perfecto para llevar alegría y de eso se trata la vida. “Hacer feliz a muchas personas en un solo acto es maravilloso”, comenta desde Miami, donde es parte de un proyecto ambicioso de Acurio Restaurantes.
Martha Palacios, que nació en Casapalca, dice que no tiene secretos en la cocina, pero si hay algo que la acompaña siempre es la sonrisa y ese afán de rescatar lo mejor de cada experiencia. “Estar contenta con una misma es el secreto de todo”, acota esta mujer que se define como de buen diente y enamorada de la comida criolla, sí, de los guisos, escabeches, sopas, cremas, tamales, chicharrones y más.
Desde Panchita, Martha nos hechizó con platos clásicos de la cocina criolla como el arroz con pato, la sopa criolla, la patita con maní y otras maravillas. Profesionalmente está en su mejor momento. Como parte de su línea de carrera en Acurio Restaurantes hoy lidera un nuevo concepto en Miami. Llevar la comida peruana fuera de nuestras fronteras es algo que la ilusiona y la llena de energía. Así que Martha está aprendiendo y enseñando, como lo hacía en Lima cuando desde Panchita aconsejaba a su personal sobre las mejores técnicas para sacar platos sublimes, difíciles de olvidar, por los que el comensal regresaría siempre.
Martha hizo de Panchita la casa de la comida criolla y fue tal su identificación con el restaurante que muchos no la llamaban Martha sino Panchita. El sueño máximo de esta chef de sonrisa sincera y amplia es que su hijo sea libre y sonría siempre, como ella.