Que un restaurante peruano abriera sus puertas por primera vez un 27 de julio resultaba un buen augurio y así lo confirma la exitosa historia del José Antonio. Fundado por la familia Graña hace 47 años, ha venido deleitando a varias generaciones con sus anticuchos, choclitos de la casa y su célebre lomo saltado, entre otras deliciosas especialidades con auténtica sazón nacional.
José Antonio es “el restaurante criollo de Lima” y el primero que engalanó a nuestra generosa cocina, vistiendo sus mesas con mantel largo, ofreciendo un fino servicio y un ambiente de casa hacienda. Un clásico al que siempre da gusto volver y, definitivamente, un verdadero y merecido Summum.